05 Sep
05Sep

¡Hola a todos! Hoy vamos a profundizar en un tema que, aunque puede parecer un poco serio, en realidad tiene un trasfondo fascinante y relevante para nuestra vida cotidiana: la obediencia. A lo largo de las Escrituras, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento, encontramos un fuerte énfasis sobre este concepto, y vamos a explorar juntos su verdadera Naturaleza. Hebreos 3:7-8 nos dice: “por lo cual, como dice el Espíritu Santo: si escuchas hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en la provocación, como en el día de la prueba en el desierto…”

Hemos visto que muchas veces la palabra obediencia está relacionada con el NO pensar, con OBEDECER de manera automática. Para muchos de nosotros, la palabra "obediencia" puede evocar imágenes de reglas estrictas y restricciones, sobre todo cuando fuimos niños. También la religión nos mostró la obediencia como si fuéramos robots, actuando sin pensar. Sin embargo, Dios no impone su voluntad sobre la voluntad del hombre para que obedezca  su propósito, sino que Dios le revela su propósito a los hombres que quieren hacer su voluntad para que su obediencia sea voluntaria.

Que podamos decir: Yo Amo Obedecer. 

Si vimos el propósito de Dios para nuestras vidas, amaremos obedecer.En su significado original, la palabra obediencia, implicaba no solo escuchar, sino también actuar en consecuencia, es decir, seguir las instrucciones o someterse a la autoridad que hablaba.

En un mundo lleno de dispositivos y sobrecargado de información, capturar nuestra atención se ha convertido en la gran batalla del siglo XXI. Pero aquí está la verdad: tu atención es uno de los recursos más valiosos que posees.

Jesús mismo tuvo que APRENDER obediencia, como vemos en el siguiente pasaje de Hebreos capítulo cinco versos siete al nueve, “Mientras estuvo aquí en la tierra, Jesús ofreció oraciones y súplicas con gran clamor y lágrimas al que podía rescatarlo de la muerte. Y Dios oyó sus oraciones por la gran reverencia que Jesús le tenía. Aunque era Hijo de Dios, Jesús aprendió obediencia por las cosas que sufrió. De ese modo, Dios lo hizo apto para ser el Sumo Sacerdote perfecto, y Jesús llegó a ser la fuente de salvación eterna para todos los que lo obedecen”.

Todo proceso que vivimos tiene como única finalidad que Cristo sea claramente visible, es decir construir en nosotros Su imagen, la Imagen visible del Dios invisible.

Si quieres alcanzar madurez debes practicar la obediencia.Si quieres ser libre de la corrupción y de la muerte en todas sus formas, es necesario ejercitar la obediencia.Sí quieres dejar de repetir ciclos, entonces activa la obediencia.Sí no quieres ser un religioso santo por fuera y lleno de odio, ofensas y maldad por dentro, solo es posible a través de la obediencia.

El nivel de autoridad de Jesús no vino porque era hijo de Dios sino por la magnitud del amor a su Padre en obediencia.

Hay una obediencia mucho más completa, la que realmente Dios espera de nosotros y es OBEDIENCIA EN AMOR.

1 Juan 3:1- “Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él”.El punto de obediencia no empieza en cumplir órdenes, sino a quien estoy amando.

Jesús dice en Juan 14:15: "Si me amáis, guardad mis mandamientos".

La obediencia se convierte en una respuesta natural a la relación personal que tenemos con Él.Dios no contabiliza la Obediencia sino es en AMOR.

En conclusión

La obediencia en las Escrituras puede parecer un concepto rígido e incómodo, pero al sumergirnos en su significado, descubrimos que es un camino hacia la autenticidad y el amor. ¿Qué opinas sobre la obediencia? ¡Déjanos tus pensamientos en los comentarios!

Esperamos que este excelente viaje de descubrimiento te haya inspirado a mirar la obediencia de una manera nueva y refrescante. ¡Hasta la próxima!

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