Sabemos que lo que pensamos influye directa e indirectamente en nuestra percepción personal, nuestra toma de decisiones, nuestra manera de relacionarnos, entre otras. Esos pensamientos no son aleatorios, sino que son formados por todo lo que vemos, oímos, sentimos.
Todos nosotros, o al menos la mayoría, utilizamos alguna red social. Nuestra exposición a diversas personas de influencia, culturas y tendencias es constante y todo esto influye en nuestra manera de pensar y actuar en nuestra vida. Ahora, ¿nuestros pensamientos deben estar basados en lo que consumo de mis redes sociales o en lo que El Señor dice?
Es necesario que entendamos la importancia que esto tiene. Todo lo que tenga un lugar en nuestra mente en forma de pensamientos, tendrá el poder determinar nuestra manera de actuar. Entonces, si nuestros pensamientos son de frustración, ¿cómo será nuestro accionar? ; si nuestros pensamientos son de envidia, ¿cómo será nuestro accionar? ; si nuestros pensamientos son de comparación, ¿cómo será nuestro accionar?
Entonces, es buen tiempo para reflexionar y preguntarnos… ¿qué está gobernando nuestra mente?, ¿qué pensamientos son los que tienen más lugar en nuestro día a día?
Déjame darte dos ejemplos:
-> Si las personas que seguimos o el contenido que consumimos tienen el peso de influenciar nuestras emociones, nuestra forma de ver las cosas y nuestra toma de decisiones, puede ser algo que debamos revisar. Con esto no quiero decir que debemos desechar todo lo que vemos en las redes, pero si someter todo a la oración para que sea Él quien guía nuestros pensamientos y nuestra forma de actuar.
-> Estamos constantemente expuestos a ver y escuchar cosas que no nos edifican. No solo me refiero a temas sexuales, violencia, robos, malos pensamientos, malas intenciones, etc., sino también a temas como el chisme, bromas fuera de lugar, bullying, entre otros. Un ejercicio práctico sería entrar al buscador de nuestras redes sociales y ver que nos sugiere la plataforma y eso nos va a dar un pantallazo de qué contenido estamos eligiendo. Nada de esto es inocente y tanto nuestro corazón como nuestra mente son afectados por eso.
Es aquí donde podemos ver como Romanos 12:1-2 cobra vital importancia en nuestro día a día. “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” . Una mente renovada es aquella que no basa sus pensamientos en lo que los influencers dicen, ni en una moda o tendencia, sino que una mente renovada es aquella que piensa y mira las cosas como Él las ve y actúa en base a eso.
Nuestra mente nunca podrá ser renovada si constantemente estamos llenándola de cosas temporales. Nuestros pensamientos no podrán ser renovados si no conocemos cual es Su manera de pensar y por consecuencia, nuestra manera de actuar nunca será renovada.
Reflexionemos juntos :
-> La información y el contenido al cual me expongo a diario, ¿a qué pensamientos me llevan?, ¿puedo ver a Dios en todas esas cosas?
-> Los criterios, deseos y desafíos que tengo, ¿vienen de Dios?, ¿me llevan a una mayor rendición?
-> Lo que elijo mirar en mis redes sociales, ¿altera mis valores, mis pensamientos y mi comunión con Dios?
Oremos al Señor para que Él exponga si algo de lo que estamos consumiendo en las redes sociales está afectando nuestra visión, nuestra mente y nuestros corazones y no nos deja ver las cosas como Él las ve.