19 Sep
19Sep

Cuántas veces en nuestras vidas nos hemos jactado de que hicimos algo por nuestras capacidades o porque somos demasiado buenos, o al contrario, nos frustramos porque no pudimos realizar algo o quizás fallamos en lo que estábamos intentando. Cualquiera sea el caso, vamos a ver que nada de lo que hacemos como hijos de Dios es por nosotros mismos, sino que hay algo superior a nosotros que nos da la capacidad y el favor para realizarlo, y todo tiene un motivo mucho más grande e importante que nosotros mismos.

Pablo es un gran ejemplo que nos explica que lo que somos o lo que hacemos no es por nosotros mismos.

1 Corintios 15:10-11 "Pero lo que soy, lo soy por la gracia de Dios. Y su gracia no ha sido en vano, porque he trabajado más que todos ellos, si bien es cierto que no he sido yo, sino la gracia de Dios que ha obrado por medio de mí. Pero no importa quién trabajó más, yo o ellos; lo importante es que les predicamos el evangelio y que ustedes lo creyeron."

Pablo nos dice que él había trabajado mucho más que todos los otros apóstoles, si vemos los registros históricos de Hechos, Pablo había llegado a lugares que nadie llegó para predicar el evangelio, pudo proclamar al Señor en lugares y con las personas mas importantes y con mayor poder de su época, camino en todos sus viajes distancias que sumadas llegan a ser la distancia que hay de Argentina a países de medio oriente, soporto los peores castigos y las peores cárceles, pero lo más impresionante de todo esto es que Pablo nunca se jacta de estas hazañas, sino que él reconoce que fue por Gracia.

Lo más importante y central de todas las cosas que llegaron a realizar, es que el evangelio había sido predicado, y sabían que esta tarea había sido realizada por la obra de la Gracia.

De esto versículos podemos tomar dos ejemplos:

  1. La gracia nos mantiene en continuo movimiento, jamás nos dejará quietos y desocupados, porque su gracia es dispensada para que seamos parte de su Propósito eterno. Todo lo que hacemos es por pura Gracia, esto es algo que se nos debe ser revelado. No es por nuestras fuerzas, no es por nuestras capacidades, es por su Gracia. Entonces porque muchas veces tomamos la Gracia como una excusa para quedarnos quietos. Al contrario, la Gracia nos lleva, nos mueve, nos da nuevas fuerzas, nos llena de ánimo, nos alista para trabajar.
  2. Nuestro punto central, nuestro motivo de vida, por lo que vamos a esforzarnos y trabajar es para que Cristo sea visto en todo lo que hacemos. No importa a qué nos dediquemos profesionalmente, que estudiemos, qué nivel socio-económico tengamos, si tenemos o nos falta, o lo que sea, lo más importante en todo eso es que a todos los que lleguemos a alcanzar en nuestra vida puedan conocer de este evangelio.

Muchas veces nos sentimos limitados por nuestras capacidades y entorno, por nuestros errores y fallas, pero si nuestra búsqueda es crecer en esta Gracia no hay nada que nos pueda limitar. Si vivimos rendidos a Él, la Gracia es más que suficiente y nos da la capacidad de lograr cosas que por nosotros mismo nunca lograríamos, porque si está en su propósito lo lograremos, y no es para jactarnos de algo sino para que Dios sea glorificado.

Es importante entender que la meta de nuestras vidas como hijos de Dios es que Él sea conocido y que las personas tengan un encuentro con Cristo, por eso que debemos conocerlo más para que su imagen sea vista más nítidamente a través nuestro, y no siempre vamos a tener que hablar para que lo conozcan, muchas veces con una actitud, comportamiento diferente las personas pueden verle, la multiforme Gracia se va a manifestar de formas que nunca nos hemos imaginado y eso es lo mas hermoso de vivir por y para Él.

Entonces a qué debemos dedicarnos sobre todas las cosas, a que su Gracia sea dispensada en mayor manera para este tiempo, es lo único que necesitamos.

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